Vì el cine 3D. El de las gafitas locas, los personajes que se materializan a medio metro de tu nariz, y toda esa clase de cosas. “Alice in wonderland”, precisamente.
Y digo que esa ambiciòn de llevar la tridimensionalidad a nivel grà fico-visual podrìa llevarnos, afuera de Hollywood, hacia algo muy, muy peligroso.