La flor de la canela

21 Ott

Déjame que te cuente, mi Nena,
déjame que te diga la gloria,
del ensueño que evoca la memoria
del viejo puente del río y la alameda.

Déjame que te cuente limeña,
ahora que aún perdura el recuerdo,
ahora que aún se mecen en un sueño,
el viejo puente del río y la alameda.

Hablarte a ti para hablarle a las bellas.
Estas musas del camino allí escondidas.
Quién eres tu, entre ellas?
Tu olor marca el sendero.
Y a veces se pierde entre las hojas, y todas las hojas saben a ti,
y tu eres todas.

Jazmines en el pelo
y rosas en la cara,
airosa caminaba
la flor de la canela,
derramaba lisura
y a su paso dejaba,
aroma de mistura.

“Del puente a la alameda, menudo pie la lleva”.
Nuestra historia es de caminos, de buscarnos desde arriba.
Punto minúscolo en el gran valle
Compañera del Gran Viaje,
dime como llegar a ti.

Deja que te cuente, morena,
testaruda del destino, convencida del sueño
que tu mano no la suelto
que nel vuoto no te encuentro
que somos dos pero también uno y tantos
que tu imagen está esculpida en el sol de mis ojos
y que también somos el lado más oscuro de lo real
un idioma en palabras huecas
– no hay retórica en el andar ciegos,
no hay fatalidad en la existencia de los No.

Deja que te diga, morena,
mi sentimiento,
a ver si así despiertas del sueño,
del sueño que entretiene, morena,
tu pensamiento.

Somos dos pero también somos uno y tantos
y esto somos los dos juntos
muchas formas de ser y de encontrarse siempre
el contacto con los dioses,
en esta tierra pasa a través de ti.

Aspira de la lisura,
que da la flor de canela,
adórnala con jazmines,
matizando su hermosura,
alfombra de nuevo el puente
y engalana la alameda,
que el río acompasará
tus pasos
por la vereda.

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One Response

  1. Aaiun ha detto:

    Che carezza

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