Archive for the ‘Cuentos’ Category

Aguila y ratón


21 Feb

“También para los animales es asì, el mundo puede ser bien distinto”, dijo el viejo sabio a los jòvenes sentados en frente. “Están los ratones, con sus miradas de ratón, los ojos siempre hacia el piso, el barro, hacia las pequeñas cosas de la tierra. Y están las aguilas, que todo lo observan desde arriba. Para ellas, los ratones son parte de este todo”.

Geografía de una locura


17 Feb

Mazzino's

Queda tendido bajo nuestros pies
Hilo metálico que enreda tierra y mar
Puente suspendido sobre el mundo de los demás
Como arañas caminamos
Cazadores encierrados en nuestras mismas trampas.

Se vislumbra la sombra desde el pavimiento
Líneas infinitas entrelazadas geométricas
Mapas de sentimientos, iguales y contrapuestos
Por cada esquina hay un encuentro
Y entre los encuentros, sólo queda un gran vacio.

Y donde están el cielo y la tierra
donde se encuentran los polos y las estrellas?
Dicen que numeros y grados se convierten en lugares
Dicen que hasta el whiskey puede volverse medicina.

Funciona así la geografía de una locura
donde la lejanía es valor absoluto
y minutos y meses son tierra por pisar.
Funciona así el viaje de los navegantes
encuentros y despedidas, enfermedad de amar.

Babel


07 Dic

La verdadera Babel non es allà donde se hablan idiomas distintos, sino donde todos pretenden hablar el mismo idioma, y dan a las palabras un significado distinto.

Mañana de domingo


27 Mar

Hablábamos de café, de este mundo loco que pide visas a las personas y permite que el papel higienico viaje a lo ancho y a lo largo, de becas para universidades canadienses y del trio jazz de la noche anterior. Dibujando en el aire proyectos irrealizables, saboreando el metal de la sangre en la boca de quien se lanza cabeza abajo en el estrecho sendero entre fantasia y “realidad”. Así entre comillas porque así dice el gran escritor, una de las pocas palabras que no tienen ni pueden tener sentido lógico/semántico/literario.
Todo en nuestros papeles significaba diferencia, el color de la piel, el continente de nacimiento, el sexo, hasta la edad. Y todo mostraba, una vez más, como los papeles no tienen ningún sentido, utiles para escribir poesías o – alternativamente – limpiarse el culo, o escribir poesías para después limpiarse el culo, y negar así todo significado romántico a la necesidad de expresividad como pieza de arte en forma fetal. Volábamos en los bajos cielos de nuestros amores imposibles, solos frente a un espejo empañado de nuestros respiros. Tu artista callejero, mi quimera lejana, el affaire con el periodista puertorriqueño, las largas manos de la tentación en un film de Fellini. Y aquel escritor mexicano, escuchabas mis historias de mundo y leías en tu mente viejas páginas lejanas, hoy navego entre sus palabras y en silencio pienso en ti. A nuestros alrededores paseaban policías con el mitra en la espalda, estábamos en la capital de un país en guerra y la indiferencia de nuestra actitud era el testamento de nuestras esperanzas hacia un mundo mejor. Era nuestra mañana de domingo, todo lo que teníamos, todo lo que hubiéramos querido tener.

Esta es una fotografìa


17 Mar

Harold, pelo negro y ojos nobles, accento paisa. Vive en la calle, sus ojos son los ojos de quien tiene ganas de cerrarlos solamente un rato, y esconderse de las luces de la ciudad. Imposible. Lo logra a travès de sus dibujos, escondiendo con la mano la parte fea de las cosas, asì como cuando uno hacerca un dedo a cinco centimetros de la pupila, la parte podrida se queda escondida y se vee solamente una linea de mundo. Tiene la piel clara pero tambièn escura, depende de como lo miras, y se sabe que el como te miran es importante en una tierra en donde es mejor echarse el bloqueador para no llegar a ser demasiado negros. Harold es negro porque la calle. Porque duerme sobre un cartòn en la 72 con 46, allì donde antes habìa un parque y ahora estan construyendo una parada del TransMetro. Sin embargo soy una buena persona, pero tu sabes como andan lals cosasa, yo de toda manera no soy de aquì, pero es un placer conocerte, tu sabes, frente al Carrefour usualmente la gente te mira con ojos feos, y el absurdo es que yo quiero solamente vender mi arte, sabes, yo la llamo arte porque es una cosa que hago yo, que la hago yo y la hago asì y no me sé ni el porque, tal vez porque me gusta asì. Pero te miran feo, no sé como serà en tu paìs pero aquì la gente es racista, es clasista, es que todos quieren ser iguales pero en un sentido negativo, sabes este es un paìs que tiene mucho problemas pero es lindo, se vive bien, la gente anda feliz y yo tambièn.

Despuès nos fuimos al cine. Habìa una pelicula rara, no se entendìa bien si nosotros mirabamos los actores a travès de la pantalla, o viceversa

Poi siamo andati al cinema. C’era un film strano, non si capiva se eravamo noi a guardare gli attori attraverso lo schermo, o viceversa.

Trasudamerica


24 Feb

…aquì, a leer los cuentos de los movimientos de los demàs. Chismoseando entre viejas maletas en cartòn hoy en dìa destruìdas por el tiempo, en la improbable busqueda de un fragmento de poesìa, de un pedazo de papel que encierre en su memoria, ademàs de la imagen imaginaria de un anònimo autor, tambièn los rastros de sus huellas digitales, las manchas aceitosas de tierra sobre los dedos del emigrante, la materia de una mano detràs de la abstraciòn de un pensamiento. Un signo de vida, esto es lo que busco. Un grito de sufrimiento o de esperanz, un grito de sufrimiento y de esperanza, un grito de existencia. La imagen de la tierra lejana proyectada sobre papel, la caligrafia del autor que comienza a temblar frente al gran ? que se materializa màs allà de la proa, la disolvencia de miles de idiomas mientras aparece la Nueva Tierra, y las mujeres que observan al horizonte hallando entre los brazos el hijo nacido sobre el mar, y la caligrafia que deja de ser palabra para convertirse en blanco silencio, y América, y América,y América. Pero también los adioses, los ipòcritas hasta luego, el pañuelo blanco que seca las lagrimas roza el bolsillo de cinco años de vida y sacrificios y termina sobre el papel, a trazar la oda de lo desconocido y a decir que tal vez el hambre no era tan malo, cuando se podìa repartir entre hermanos. Y despuès los huecos en los pantalones, el monotono gris de los vestidos, la desesperaciòn del analfabeta, la mirada azul de una campesina a decir que quien sabe, de pronto sì, otra vida va a ser posible, el ultimo pedacito de queso de casa que se quedarà en la boca para siempre, como una ilusiòn, como una maldiciòn, y miles otros extranjeros hacia la aduana con el Destino que se convierten en hermanos, compañeros, familia, el cielo del mar que descubre nuevas estrellas en su camino hacia el Sur, su saliva todavìa viva sobre la piel, un apellido registrado en cinco versiones distintas sobre cinco papeles distintos, la primera carta que se transforma en poesia y se mancha de làgrimas y sal, la vida que empieza, la vida que sigue, la historia que fluye, irònica y infinita, entre las orillas de un mundo Viejo, Nuevo y siempre igual.

Diary of a Baltic Man

Real Eyes. Real Lies. Realize.


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