Entre las bombas soltadas al V “Next International Film Festival” de Bucarest, la màs morbosa, sin llegar a dudas, es la del sonidista de “El fabuloso mundo de Amélie”, pelicula que en el 2001 marcò una imagen colorida de Paris bajo las progresiones musicales de Yann Tiersen. Como naciò la banda sonora màs lograda del cine europeo, en la ultima dejada? Sencillo: casualmente.
Cuenta Jean Umansky (el sonidista de arriba) que todo el equipo de producciòn, terminada la ediciòn, se reuniò dìas enteros frente a los monitores, experimentando todos los discos de centenares de compositores contemporaneos, en la busqueda de la musica perfecta para la historia.
Nada.
Hasta cuando, una manana, una ayuda-asistente del operador del boom, que llegò màs temprano que todos los demàs, se pone a escuchar su disco preferido, el disco de un joven mùsico desconocido, y se dà cuenta que aquella fisarmonica, con su sonido de campo francés, es la musica de Amélie. El resultado es que la pelicula es recordada sobretodo por su banda sonora, y Yann Tiersen ganò el disco de platino, y es conocido, hoy, como “aquel que escribiò la musica de Amélie”.

“Un filme es una isla”. Una isla desconocida. Si caes en ella, en noventa-cientoveinte minutos podràs visitar tierras fantasticas, dramaticas, silenciosas, sin dialogos, blanconegras, musicales. Y nuestro deber, en Europa, es hacer el exacto opuesto de lo que se hace en Norte América. Osea: tenemos que generar peliculas que cuestionen la naturaleza humana, que no se limiten a repetir las pocas certezas que tenemos”. Muchos los productores y los directores independientes presentes al festival, sobretodo desde la Europa del Este.

Un ojo sobre el cinema  rumano. Olvidado por sus gubernantes, ebrio de deconstruciòn de los tiempos comunistas, victima de aquella obra de arte que sorprendiò Cannes el 2007:4 months 3 weeks 2 days.

Y por fin: el cine del futuro. Entre las peliculas presentadas,  “Lucydia“. Un proyecto experimental, porque los actores utilizados para realizarlo…no existen, en la vida real. El director es un loco australiano que se inventò un social network en estilo “second life”, y como un “gran hermano” maneja los protagonistas de su fanta-mundo (personajes virtuales que esconden seres humanos verdaderos), los empuja a odiarse,  a unirse, a amarse. Màs allà de la banalidad de besos y peleas, hay algo en el fondo que no convence. El valor de estas nuevas tecnologìas serìa el de crear – también visualemente – mundos completamente parecidos al mundo real, personajes posibles en la vida real asì como en el cine – donde todo es posible. Y entonces, uno se pregunta, porque no seguir utilizando personajes humanos?