Si nuestros gobernantes fuesen “salvajes”.
Si para encontrar una “comunidad” no fuera necesario salir del Mundo del Oeste.
Si el sabor fuese agua pescado aire y no dinero.
Si todos aprendieran a pretender.
Si caminar y no conducir.
Si el dìa y la noche, la luz y la oscuridad, fatiga y leyendas antiguas.
Si internet fuese un medio para entrar en el mundo y no solo salir de él.
Si los viejos fuesen los sabios.
Si “pensar en el futuro” no fuera programar las pròximas 24 horas, sino el espacio y el ambiente de cinco generaciones màs allà.
Si la politica fuese como a Sarayaku, “algo que sirve para costruir paz y salvar el medio ambiente, y ya”.
Si todos abriesen los ojos, entonces sì, tendria sentido celebrar vuestra absurda, jodida Navidad.